No me gustaron nunca los petazetas. Esas piedritas de caramelo que reventaban en la boca. Recuerdo que los niños de mi colegio se las metían en la boca y cerraban los ojos para sentir más el cosquilleo, percibir con mayor intensidad el soniquete de una guerra dulce... algunos se señalaban con el dedo la cara para que todos viéramos su rostro de placer cuando ingería los petazetas.
No me gustaban pero ¿cómo olvidarlos? Quizá sí los hubiera olvidado si no fuera porque tengo en mi baúl de recuerdos la cara de Daniel, aquel niño escuálido con el que compartía pupitre. Daniel inventó el juego más absurdo pero más popular de aquellos años en la escuela: un concurso de canciones con petazeta.
Consistía en meterte todo el paquete de petazetas en la boca y entonces entonar tu canción preferida. Los niños reían a carcajadas mientras uno le daba por cantar aquello de "Dartañan Dartañan, corriendo gran peligro..." o esa otra de "en un país multicolor había una abeja bajo el sol..." Mis compañeros esperaban su turno pacientemente para ingerir sus petazetas y cantar su canción preferida, que siempre -eramos niños- coincidía con una de una serie de dibujos animados...
Cómo son las cosas. Los petazetas hace años que han entrado en la alta cocina. Es gracioso comerte una ensalada de mar con petacetas, simulación de un oleaje, por ejemplo; o bocados de carne salpicados de perlitas guerrilleras algunas incluso saladas ¡qué cosas! ...
Pero todo es superable y, si no, veniros a Asturias. Estoy en casa y hoy por la mañana me he ido a Gijón a ver a una amiga y a ver el mar, que siempre es necesario. En esta visita nos liamos a hablar sobre tapas y pinchos y la tortila de patatas de Gijón y etc etc... y me dicen "el II Concurso de Tapas de Gijón lo ganó una tapa que se llama la Fabada Sonora"
Fabada Sonora, creación del chef Carlos Ramos del restaurante Entreplazas -Plaza Mayor, 6. 985 172 537-: espuma cremosa de fabes, polvo de chorizo, polvo de morcilla, crujiente de panceta, gelatina de sidra y petazetas.
Hoy empieza la fiesta de la sardina en Candás, que si estáis por aquí no os la perdáis, pero yo me he quedado en Gijón salvando el cielo gris y el orballu incipiete a base de cucharadas de fabes sonoras... me dan ganas de cantar con estas fabes-petazetas en la boca algo como ... "Asturias Patria Querida"...
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