lunes, 7 de abril de 2008

Andorra, el pequeño gourmet



Andorra ha dejado de ser una simple calle llena de tiendas a la que se acude a comprar a mitad de precio perfumes, electrónica o ropa de grandes diseñadores. La Andorra de hoy, mitad francesa, mitad Española, es un pequeño país caprichosamente refinado escondido entre montañas. Un minúsculo reino salpicado de iglesias románicas, de museos de lo más variopinto, de pueblitos de piedra y pizarra que parecen protegerse de las gélidas heladas y, ¡por supuesto!, un reino con dos de las grandes pistas de esquí, Valnord y Grand Valira.

Pero una ruta gourmet por Andorra obliga a hacer parada en tres sitios más: Uno en el hotel Hermitage. Se encuentra en Soldeu, otro de los paraísos de nieve y el mejor lugar para los que busquen relax, deporte y buena cocina. Hace un año se abrió el elegantísimo hotel y con él un espléndido spa donde reina el silencio y un par de restaurantes que merecen visita. A cargo de los restaurantes está el cocinero Toni Davi, quién elabora dos cartas, una mediterránea y otra fusión con platos como sopa de cebolla, el rodallo con pisto manchego o el cordero con cous-cous en brochetas, entre otros. (...)


Pero esta Andorra de mesa y mantel, la misma que en febrero celebrará la fiesta de la trufa sirviendo menús especiales en todos sus restaurantes, tiene hoy otra gran novedad. Y tres. Por primera vez, desde hace un siglo, ha vuelto a establecer su actividad vinícola elaborando el que es hoy el primer vino andorrano. Se cultiva en el pueblo de Nagol (en San Julià de Lòira) a unos 1100 metros de altura, lleva por nombre Cim de Cel, es de variedad 100% Gewürztraminer y es elaborado por la bodega Casa Beal.
(Artículo publicado en la revista Gourmets)



1 comentario:

Anónimo dijo...

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