Adiós Príncipe!
SARA CUCALA
Llevo un tiempo pensando que el cielo se está convirtiendo en un lugar gourmet repleto de buenas charlas en torno a una mesa donde los más ilustres invitados no tienen prisa para terminar la sobremesa. Allí en ese paraíso o infierno ¿quién sabe? Estará Santi arrancando flores de nube para su recetario de temporada, y nuestro querido Gaspar Rey, excelente gastrónomo al que perdimos hace unos meses, picojoso con el rey de los fogones, verborreico, como siempre, platicando –hasta en japonés, el japonés de las mujeres- sobre las nuevas técnicas de cocina, discrepando con Santi en todo lo que se pueda y más… y ahora, ocupando la presidencia de la mesa –no podría ser de otra manera- escucha y contempla silenciosamente la discusión de sus compañeros de mesa el que ha sido y será una de las figuras de la gastronomía más importantes de nuestro país, Joaquín Merino, conocido, llamado y amado por todos los que nos dedicamos a esto de la gastronomía como el Príncipe.
He aprendido con el Príncipe a no dejar nada en el plato y a entender a cada bocado el por qué de las cosas culinarias; hemos sido compañeros de pupitre gourmet y también viajeros conciliadores; nos hemos bebido Escocia juntos; bailado al ritmo de gaitas y brindado con lo que nos pusieran en la mano, realmente no nos importaba qué, todo lo que le servían al Príncipe era supremo y yo he tenido la suerte de compartirlo con él.
Se nos ha ido uno de los mejores escritores, culto y ejemplar, de nuestra gastronomía. Pocos quedan ya, realmente, que se encuentren el término preciso, la palabra idónea, el discurso exacto para definir un plato, un ingrediente, un aroma, un sabor… esto solo lo hacía con acierto nuestro querido Príncipe.
Historias de la Buena Vida, Londres para turistas pobres, Londres para turistas ricos, Andar y Charlar, Londres para Vives Fierro, Sólo Mirando, Galicia Estrebe, Perla de Arousa, Los Titanes de los fogones… libros y libros excelentes, de narración personalísima que nos deja como legado para los que estamos aquí, sabiendo que él está allí ocupando una nueva estrella en el ciberespacio gourmet del cielo.
Joaquín Merino murió la madrugada del 14 de diciembre, brindaremos contigo siempre ¡no podía ser de otra manera! Adiós Príncipe
1 comentario:
Qué bellas palabras y qué de verdad encierran
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